¡Se acabó, se acabó, por fin! Atrás queda el año 2007, los cursos por los que sufrimos, los momentos difíciles de los exámenes, las diversiones de los recreos, las travesuras lanzando cosas al ventilador, los chismes del salón. Pasó la P.G., los últimos exámenes, la sustentación del ensayo, la entrega de la monografía, la obra de teatro. En fin, todos aquellos momentos por los que vale la pena ser un alumno. Ya no tenemos motivos para estresarnos: ahora comienzan las vacaciones. Disfrutemos de este último Blah 2007, el definitivo, el cierre del año.

¡Junto con las vacaciones llega Navidad! El momento ideal para disfrutar con la familia de rico panetón, tal vez algo de pavo, montones de galletitas y repartir regalos regalos en una noche de paz, noche de amor,/todo brilla alrededor. Aunque seas ateo, vegetariano, emo y abstemio, de todos modos puedes contagiarte con un poco de la alegría de esta época. Navidad no significa necesariamente comer hasta morir, beber hasta chocar tu carro y comprar compulsivamente hasta tener que hipotecar tu casa. Como siempre nos muestra nuestro sabio Walt Disney en sus películas, esta época del año debe llevarnos a la reflexión sobre el amor, la amistad, la familia, la esperanza y el chocolate caliente con marshmellows flotando… ejem… Creo que mejor dejo el tema de lado un rato porque quiero mirar cómo beben los peces en el río/ por ver a Dios nacido.

Aún cuando el taller de periodismo terminó, hemos preparado este Blah porque nos gusta hacerlo, porque queremos comunicarte lo que nos pasa. Es hora de sumergirse en la lectura. ¡Disfruten!

Chiara Rodriguez